En 2018 Ford lanzó la cuarta generación de su Focus. Construido sobre una nueva plataforma más tecnológica, se renovó para seguir luchando contra las estrellas de la categoría.
Este Focus tiene un frontal demasiado copiado de la generación anterior. Eso sí, el capó está un poco más esculpido, los faros y el parachoques están más elaborados, pero es más un retoque cosmético que un verdadero rediseño, especifica Crestanevada Girona. Si lo miras de lado, las cosas cambian. En primer lugar, descubrimos un perfil más vertical a la altura del pilar trasero, así como unos laterales más pronunciados, unos hombros más marcados y, en general, unas proporciones más carrozadas, ya que el nuevo Focus ha ganado 16 mm de longitud y ha perdido 13 de altura, mientras que su distancia entre ejes se ha alargado 5,5 cm.
La buena noticia es que el nuevo Focus es uno de esos coches que no parece igual en la vida real que en las fotos. En presencia del coche, el conjunto resulta atractivo, picante y bastante acertado. Con un gran plus en cuanto a la elección estética ya que se ofrecen varias variantes (entre ellas el acabado deportivo ST Line que representa el 40% de las ventas), una carrocería familiar y una nueva versión crossover denominada Active. Hay algo para todos en este amplio catálogo.
El salpicadero se ha perfeccionado y se han eliminado muchos botones. Las principales funciones se agrupan ahora en el sistema multimedia Sync 3, situado en el centro. Este sistema es eficaz e intuitivo. Entre sus muchas funciones, hay algunas buenas ideas, como la posibilidad de duplicar Waze en la pantalla central o el sistema «Ford Pass Connect» con la integración de un módem 4G a bordo. Este sistema, que es nuevo para Ford, permite acceder a cierta información desde el smartphone, como el nivel de combustible, la presión de los neumáticos, el lugar donde has aparcado el coche y también permite bloquear o desbloquear el vehículo.
El acabado es favorecedor y la calidad percibida también ha mejorado notablemente, con plásticos cuidados en la parte superior. Los materiales duros y menos atractivos se colocan en las partes inferiores. Sin embargo, los asientos traseros son un poco decepcionantes. No son realmente estrechos, pero no se han beneficiado del alargamiento de la distancia entre ejes. En realidad, es el maletero el que se beneficia de la nueva ganancia de espacio. Su volumen alcanza los 375 litros, que sigue sin ser la referencia del segmento, pero que supone un salto de casi 60 litros.
Gracias a su perfil menos inclinado, el Focus es también muy fuerte en términos de volumen máximo. Con 1.354 litros, el 5 puertas tiene sólo 10 litros menos que el Volvo V60, la referencia en este campo, y el Focus Wagon (familiar) incluso cuenta con 1.653 litros de maletero.
Esta nueva cuarta generación ha nacido bien y se sitúa en el grupo de cabeza del segmento de los compactos. Ford ha sabido corregir sus carencias (ergonomía, habitabilidad) manteniendo sus cualidades, como su excelente chasis y tecnología de a bordo, a un precio modesto.