Opositar atonta: esos momentos de crisis…

Después de unos meses preparando la oposición en Academia TEBA, pasada la dura etapa de volver a estudiar, cuando ya era capaz de aprenderme las cosas más rápidamente y aprovechar mejor el tiempo, de repente me pasó…

Mi cabeza estaba a punto de estallar, no cabía más información en mi mente, mi primer colapso mental había llegado. La vista cansada, dolor en la sien, mareo, embotellamiento… estaba saturada.

Al intentar memorizar el temario, me di cuenta de que si entraba un dato más en mi cerebro, lo ya estudiado se iba a borrar. Era incapaz de estudiar más. Por segundos empecé a ponerme nerviosa, aún tenía por delante un par de horas más antes de poder descansar. Ansiedad y un nudo en la garganta. ¡Debía continuar!

Pensé en hacer algo que no supusiera mucho esfuerzo e intenté leer la ley sin éxito. Me costaba concentrarme, las palabras borrosas bailaban en mi mente. Me dije… haz cuestionarios para no tener que machacarte tanto las neuronas. Pero ¡sorpresa! Fue entonces cuando me quedé en blanco, no me acordaba de nada. ¡Ni la mas remota idea!

El sentimiento era horroroso, tenía la sensación de que era definitivo, había desaparecido toda la información estudiada y no sabía cómo lo podría solucionar. Después de desesperarme e incluso llorar,  salí a despejarme un poco y dejé el estudio para el día siguiente. ¡No podía hacer más!

Pero aquello no fue lo único. Aquella tarde casi no podía hablar. Pensaba algo y era incapaz de ordenar la frase a la hora de expresarme. Decía cosas sin sentido, no me salía la palabra correcta y después de tartamudear, la sustituía sin querer por otra que no venía al caso. ¡Me quedaba tonta por momentos!

Tiempo después he comprobado que esto le pasa a mucha gente y que les puede durar incluso una semana. Por suerte yo al día siguiente era la misma de siempre y aunque aquella experiencia se repitió alguna vez más, mi forma de reaccionar ante ella fue más tranquila. Me daba un descanso y me aferraba a la idea de que era señal de que iba por buen camino. ¡Simplemente necesitaba descansar!